El dolor de espalda en el embarazo es una de las dolencias más frecuentes, entre otras.
¿Pero por qué ocurre?
Durante el embarazo el cuerpo de la mujer cambia a nivel físico y hormonal. Son cambios fisiológicos propios del embarazo, pero en ocasiones pueden generar malestar y dolor. Tu tripa crece a causa del crecimiento uterino, aumenta tu peso, tu centro de gravedad cambia. La columna aumenta un poco su curvatura normal para compensar el aumento del vientre hacia adelante. Si a esto le añadimos una falta de activación de nuestro transverso abdominal generamos mucha presión y cambios en la zona lumbar.
La alteración hormonal que se produce genera que los ligamentos y articulaciones se vuelvan más flexibles y por lo tanto más móviles, y puedan generar una falta de estabilidad pélvica.
Pueden aparecer molestias en la zona lumbar, dorsal o cervical, o incluso dolor irradiado por glúteo o pierna.
¿Te ocurre algo de lo mencionado anteriormente?
Te recomendamos realizar una valoración individualizada para conocer mejor tu caso y pautar ejercicios específicos para ti. No te conformes y ponle remedio.
Uno de los tratamientos más efectivos para mejorar el dolor de espalda en el embarazo es la realización de ejercicio físico de manera controlada y con pautas de cómo realizar los mismos. Además debes saber que realizar ejercicio físico durante el embarazo (siempre de manera controlada por un profesional) es una de las mejores maneras de prevenir el dolor de espalda. El reposo no es la solución a tu dolor de espalda.
Esperamos que te haya servido de ayuda este artículo sobre el dolor de espalda en el embarazo.
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