948 104 461 info@kunap.com
Los lenguajes del amor

El ser humano siempre busca encontrar y mantener un gran amor romántico, encontrar el alma gemela. Es una necesidad primaria el sentirnos amados. Nos encontramos rodeados de canciones que hablan de amor, desamor, películas donde los protagonistas se encuentran, se pierden, y vuelven a reencontrarse porque el amor es más fuerte que el conflicto y la disputa. Pero después de unos años de relación esos sentimientos se transforman, cambian, desaparecen, y parece que el amor que era tan intenso ya no existe en la relación.

Muchas parejas se rompen con los años, divorcios, separaciones, … Muchas frases que vienen a decir lo mismo “Mi pareja ya no me quiere” “Ya no me cuida como antes” “Ya no soy tan importante para él/ella” “Me dice que me quiere muchas veces, pero no me lo demuestra” “Nunca me dice que me quiere, y eso es porque ya no siente lo mismo hacia mí” … Todas estas afirmaciones hablan de una verdad fundamental de la que el autor Gary Chapman (2009) transmite en su libro Los Cinco lenguajes del amor.

¿El amor es diferente?

Las personas hablamos en distintos idiomas, y en el amor no es diferente. Todos hemos experimentado fallos en la comunicación, ya sea con nuestra pareja, familia, amigos, o compañeros del trabajo. Muchas veces lo que queremos transmitir y el mensaje que recibe la otra persona no coincide, y el amor no se libra de esto. Los lenguajes del amor son las diferentes formas que tenemos las personas de entender y expresar cómo queremos a nuestra pareja, y la forma en la que transmitimos el amor es muchas veces la forma en la que esperamos recibirlo, pero no siempre hablamos el mismo idioma que nuestra pareja, y erróneamente concluimos que es porque la otra persona ya no nos quiere.

Gary Chapman habla de 5 lenguajes del amor principalmente, no todos son igual de importantes para cada persona, por eso es importante ver en cuál te identificas más y en cuál identificas más a tu pareja:

1. Palabras de afirmación:

Los cumplidos verbales o las palabras de aprecio tienen un poderoso efecto en las relaciones de pareja. Decir en voz alta que le queremos, lo bien que le sienta la ropa, apreciar y agradecer las cosas que hace por nosotros o incluso animarle a que logre aquellos objetivos en los que se siente más inseguro. Es cierto que no todas las palabras de afirmación tienen el mismo efecto, es importante preguntarnos primero qué es importante para nuestra pareja, y animarle y valorarle en este aspecto.

Frases como “Gracias por sacar la basura” “Me siento orgulloso de ti “ “Estoy seguro de que conseguirás ese ascenso, te apoyaré en todo momento para que logres, vales mucho y se que consigues lo que te propones”, funcionan mucho mejor que frases como “Estoy harto de cocinar yo siempre, a ver cuándo lo haces tú” “Por fin sacas la basura, a este paso la iban a sacar las moscas” “Si vas a ir a por ese ascenso, ¿crees que lo conseguirás? Parece complicado”. Es importante cuidar los mensajes que transmitimos a nuestra pareja, ya que los primeros provocan emociones positivas de cuidado y cariño, que invitan a mantener más ciertas conductas, permitiendo un acercamiento en la relación. Sin embargo, las segundas afirmaciones generan rechazo, malestar, y en el peor de los casos un conflicto que desemboca en resentimiento hacia el otro.

2. Tiempo de calidad:

Pasar tiempo juntos, dedicando nuestra atención plena a la pareja, regalarle tiempo que se decide invertir en la relación, es dar vida al otro y recibirla al mismo tiempo por parte de nuestra pareja. Hacer cosas juntos, mirándose el uno al otro, es importante en las relaciones. Ver la televisión juntos, no es tiempo de calidad en la relación, ya que la atención se deposita en aquello que se esté viendo, y no en nuestra pareja. Casi todas las relaciones, por no decir todas, comienzan pasando mucho tiempo de calidad juntos, los planes, las citas, los viajes que se realizan en la fase de enamoramiento. Nos surge de forma instintiva el quererle prestar atención, estamos enamorados y queremos estar siempre con la otra persona.

Pero con el tiempo esto se esfuma, uno comienza a dedicar muchas horas al trabajo y cuando llega a casa solo tiene ganas de desconectar viendo su serie favorita, haciendo algo de ejercicio, o leyendo el libro que se acaba de comprar, pero no dedicando su atención plena a la pareja. Frases como “Ya no hacemos nada juntos, le importa más su trabajo que yo” “Cuando hablamos está mirando la televisión y no a mí” “Nunca vamos de vacaciones” “No saca tiempo para mí” son quejas habituales de las personas que hablan en este lenguaje de amor. Es importante sacar tiempo para dedicarlo a la relación, especialmente cuando uno de los miembros se identifica con este lenguaje. Dedicar atención, mantener una conversación de calidad, realizar actividades juntos forman parte de este tipo de lenguaje.

3. Regalos:

El concepto del amor se acompaña del concepto del dar en todas las culturas. Los regalos son símbolos visuales del amor y un poderoso comunicador de este, ya que implican el mensaje “he pensado en ti”, no importa si es un regalo de mucho valor económico o no, sino que al tenerlo en nuestras manos nos viene a la mente la persona que lo hizo por nosotros, nos guste o no el regalo en sí. Un ejemplo claro son los niños que cortan flores del jardín para entregárselo a su madre/padre. Quizá el padre o la madre no querían que esa flor se cortara del jardín, pero el niño lo ha recogido como muestra de amor, y este es el pensamiento que acompaña al regalo.

Este lenguaje del amor es el más fácil de aprender. Cabe destacar que el regalo más importante que podemos entregar es uno mismo, estar presente en los momentos críticos de la relación o de la pareja. No debe confundirse con el tiempo de calidad. La entrega de uno mismo consiste en regalar nuestra presencia. Ejemplos claros de esto podrían ser: ir a ver la obra de teatro en la que participa nuestra pareja, acompañar a nuestra pareja cuando ha perdido un ser querido, … No se trata de hacer un plan, o tener conversaciones de calidad con la otra persona, sino estar presentes acompañando en esos momentos que pueden ser importantes para el otro.

4. Actos de servicio:

Consisten en hacer aquellas cosas que agradan a la pareja desde una actitud servicial. El ejemplo más claro supone el realizar las tareas domésticas por el otro “voy a dejar la cena preparada ya que mi pareja llegará tarde y cansada del trabajo”. Es importante remarcar que muchas veces los actos de servicios son demandas que nuestra pareja realiza provocando así una reacción de rechazo. Los actos de servicio se ofrecen o solicitan a través de peticiones, ya que las demandas activan actitudes defensivas en respuesta.

También es importante destacar que los actos de servicio no siempre se realizan como expresión de amor, ya que en ocasiones la motivación que impulsa a realizar el acto de servicio viene del temor, la culpa, las expectativas sociales, los roles de género que han podido inculcarnos,… Para que un acto de servicio se considere una expresión de amor, debe partir necesariamente de esta emoción, y no de cualquier otra: “Hago esto porque te quiero (y no porque me sienta culpable, en deuda, o sienta que es mi deber hacerlo”.

5. Contacto físico:

El contacto físico es algo que nos acompaña desde el nacimiento. Es bien sabido que es importante coger a los niños en brazos, acariciarles, abrazarles, y de adultos sigue siendo algo importante. En las relaciones de pareja, el contacto físico más evidente son las relaciones sexuales, sin embargo, no es lo único que se incluye en este tipo de lenguaje. Los abrazos las caricias, los besos, los masajes, pasear tomados de la mano o del brazo, son gestos que forman parte de este lenguaje de amor. A través del tacto somos capaces de producir o romper una relación.

El tacto puede ser cariñoso, puede ser agresivo o incluso estar ausente en la relación. También es importante tener en cuenta que la comunicación verbal es fundamental para que este lenguaje de amor funciones, ya que a podemos acariciar o tocar a nuestra pareja desde el cariño, pero que esta encuentre ese contacto incómodo o irritante. Es importante no caer en el error de que el toque que nos brinda placer a nosotros mismos es el mismo que le gustará a nuestra pareja.

Conclusión

Tras explicar los cinco lenguajes de amor que Gary Chapman propone, sería importante tratar de identificar en cuál o cuales nos sentimos más identificados, aunque todos nos parezcan importantes. De esta manera podremos comunicarlo con nuestra pareja y mejorar considerablemente la relación, al sabernos amados de la forma en que necesitamos serlo.

Esperamos que te haya servido de ayuda este artículo sobre los Los lenguajes del amor

Puedes encontrar más artículos como este en nuestro blog o si tienes alguna duda o comentario puedes escribirnos a través del formulario de contacto que encontrarás en nuestro apartado de contacto, estaremos encantados de poder ayudarte.