Seguro que alguna vez has oído o has dicho frases como:
«no te enfades» o “no sé por qué te enfadas”
“no llores”
“no te pongas así que no es para tanto”
“deberías sonreír más»
Parece que la alegría es la única emoción válida en la sociedad, pero ¿realmente es bueno estar siempre alegre y no sentir emociones como la tristeza, la ira o el asco?
Cuando hablamos o leemos sobre emociones, muchas veces aparecen clasificadas como positivas o negativas, lo que da a entender que sentir emociones de las clasificadas como positivas es algo «bueno» y sentir emociones de las consideradas como negativas es algo «malo».
¿Es malo sentir tristeza?
Vamos a ponernos en un contexto concreto. Imagínate que fallece un familiar o amigo cercano con el que tienes mucha relación. ¿Qué pensarías de alguien que siente alegría en este contexto? ¿Y de alguien que siente tristeza?
Sentir tristeza en este contexto es lo habitual y no es algo «malo», ya que la función de la tristeza en este contexto tiene un «porque», tiene su función.
Vamos a ponernos ahora en otro contexto.
Ahora imagínate que tu amigo se ríe de ti o se burla. ¿Es malo sentir ira por no sentirte respetado?
En este contexto es probable que te enfades, que sientas ira hacia la persona que se está burlando de ti, ya que es una forma de expresar que no estás de acuerdo con su comportamiento hacia ti. En este caso la ira te ayuda a poner límites al comportamiento de los demás contigo.
Esto son solo algunos ejemplos que hacen más fácil entender que no es malo sentir emociones de las clasificadas como negativas, siempre y cuando sean temporales y estén cumpliendo una función. Para ello es importante conocer cuáles son sus funciones.
– Miedo: sirve para protegernos de situaciones o personas peligrosas.
– Ira: sirve para destruir, alejar lo que nos daña y poner límites
– Tristeza: sirve para la reintegración de pérdidas de personas o situaciones, nos anima a pedir ayuda.
– Sorpresa: sirve para animarte a explorar nuevas situaciones.
– Asco: sirve para rechazar aquello que no nos gusta o no nos aporta.
– Alegría: sirve para reproducir situaciones que nos hacen sentir mejor.
Todas tus emociones son válidas e importante, por eso es importante conocerlas, reconocerlas y saber gestionarlas.
En ocasiones las emociones clasificadas como negativas como la tristeza, el miedo, la culpa o la ira se «apoderan» de nosotros y hacen que no seamos capaces de manejarlas.
En KUNAP podemos ayudarte, puedes ponerte en contacto con nosotros en nuestro apartado de contacto, estaremos encantados de poder ayudarte.